Desarrollo Personal

Consecuencias, reflexiones y aprendizajes de una ruptura amorosa. Por Nicole Vargas Sandoval

“TODAVÍA ME DAN GANAS DE SABER CÓMO ESTÁS…”

¿A QUIÉN NO LE HA PASADO?

Que rabia, que frustración viene cuando ha pasado un “tiempo social” considerable luego de una ruptura amorosa y todavía quieres saber de esa persona. Peor aún cuando sientes que te hizo daño y por muchos intentos de desconectarse siempre está en tus pensamientos. Y sobre todo cuando veías lejanas las penas de amor o incluso te causaba molestia las personas que no podían superar sus rupturas porque todo era tan “obvio”

Que rabia también te debe dar pensar que esa persona quizás no se acuerde de ti, de que tú te estás cuestionado día a día lo que no fuiste capaz de hacer para mantener esa relación, que no fuiste lo suficientemente atractivo, suficiente o interesante, dejando la culpa te agarre fuerte, pero anhelando en el fondo de tu corazón una segunda oportunidad.  Y ahí te sientes perdid@, sintiendo que se te fue una oportunidad para ser feliz, esperando algo, alguna retribución, explicación o una señal que te haga sentir más tranquilo, más superado.

Pero todo esto está pasando por algo:

Toma en consideración lo siguiente: LAS PERSONAS SON ESPEJOS, SIEMPRE, van a reflejar algo tuyo que tienes que aprender, reforzar o algo que tú sientes que te falta o no mereces. Y la pareja no es la excepción. 

Si en ti, por ejemplo, había una autoestima muy baja, te vas a encontrar con situaciones que te van a chocar de tu pareja cuando esta es muy feliz, cuando piensa positivo y le resulta todo. Podrías sentir envidia. Alguien podría decir que eso no está bien que ocurra dentro de una relación amorosa, pero si ocurre cuando tu amor propio no es lo suficientemente fuerte. Podrías ver como esa persona tiene falta de propósitos y no concreta nada y tu exigirle hacerlo cuando ese es un llamado para ti mism@ de que tú tienes que seguir con tu camino y hacer tus cosas independientemente de con quien estés al lado. Podría mostrarte tu falta de límites, de certeza, tu sumisión, tus ganas de dominar, tus conflictos internos, etc.  Siempre hay algo de esa persona que tiene que ver contigo y viceversa. De alguna forma atraes lo similar. 

Por otra parte, podría pasar que nunca habías profundizado en una relación y no le habías tomado importancia a lo que significaba tener un compromiso con alguien, pues si tiene que venir algo muy intenso para que justamente entiendas que involucrarse con alguien (voluntariamente) implica un montón de dinámicas y complejidades que cuando uno está firme y seguro con uno mismo, no tienen por qué ser difíciles ni menos sufrientes. 

POR LO TANTO, PREGÚNTATE ¿QUÉ TE MOSTRÓ ESTA RELACIÓN DE PAREJA? ¿QUÉ TENGO QUE VER DE MI MISMO? ¿CUÁL ES LA ENSEÑANZA?

LUEGO PREGÚNTATE (AUNQUE NO LO TENGAS CLARO) ¿DESDE DONDE ESTABA AMANDO A ESA PERSONA? ¿DESDE MI O DESDE LA EXPECTATIVA DE UNA RELACIÓN?

Quizás descubras cosas que tenías tan arraigadas que no te dabas cuenta que eran un impedimento para atraer lo que realmente te hace feliz y por fin el universo te está dando la instancia para hacerlo, alejándote de esa relación. O te está dando un espacio para replantearte lo que para ti es importante y que sientas si esa persona cumple o no con tu verdadera voz interna.

Todo esto te muestra que, si es real que se siente dolor, pero no por amor, o por lo menos ese amor hacia la otra persona solamente. SE SIENTE DOLOR POR LA FALTA DE AMOR PROPIO, por todas las cosas que se destapan tras un término, por las temáticas que estaban inconscientes y que salen a la luz, por todas esas cosas que le pudiste reprochar a persona y no eran más que señales y aprendizajes que debías integrar tú. Se siente dolor por los pendientes, por las cosas que dejaste de lado y ahora te pesan y te exigen materializarse para elevar tu estado de bienestar interno. Pero al final te das cuenta que no es un sufrimiento, que es un regalo que te da la vida para poder mirarte y hacerte cargo de una vez por todas de todas esas cosas que no quisiste ver por estar con la otra persona.

¿Que da rabia, que te gustaría que esa persona se diera cuenta de todo lo que te hizo sentir? Si, y hay que sentirlo y vivirlo, dejar que pase y liberar. Pero ese es tu ego hablando, ese que te pide que te aferres a la aprobación de otros para sentirte validado y el que sin querer te hace repetir la historia una y otra vez. 

Cuando estás en esa situación es el momento en que puedes tomar la decisión y abrirte a los APRENDIZAJES

 Darte la posibilidad de mirarte y hacerte cargo del trabajo interno que tienes pendiente y entender qué es eso mismo lo que no te permite dejar de pensar en la otra persona y saber cómo está.

Entender que nadie ni él o ella, pero nadie te puede solucionar el problema, por mucho que esa persona se dé cuenta de los errores o aunque no los reconozca nunca. Sólo tú eres el encargado de restablecer tu vida tras tu momento de crisis.

Tú tampoco puedes pasarte la vida pensando que podrías haber hecho algo más para salvar la relación, para salvarlo a él o ella, porque todo tiene un límite y aunque a veces no seas tú el que lo ejecute, de igual forma te lo están mostrando. Es decir, puedes intentar técnicas, cosas que funcionen, oportunidades, pero no puedes forzar a la otra persona a permanecer a tu lado, ni sentirse obligado a permanecer ahí, porque la vida tiene procesos y no te puedes aferrar a ellos.

Manejar la culpa. Conocerte implica amarte y cuando le das importancia a ese suceso, todo lo demás comienza a tener sentido. Te concentras en ti, en tus experiencias y entiendes por qué pasó lo que tuvo que pasar. La culpa disminuye porque nuevamente no estás forzando los procesos de la vida. 

Encuéntrame en el siguiente link de Animasana.

 

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