Por “ÉL QUE JUZGA, NO ENTIENDE. Y, ÉL QUE ENTIENDE, DEJA DE JUZGAR”.
Expresarse a través de la BONDAD Y la EMPATÍA nos hace más humanos. ÁMATE A TU PERSONA Y, ESO ABRIRÁ UN ESPACIO EN TU CORAZÓN PARA AMAR TAMBIÉN A LOS DEMÁS.
Uno de los mensajes en común que tienen todas las religiones que existen, y que han existido, es, justamente, el que expresa la idea de: “NO JUZGUES Y, NO SERÁS JUZGADO”. Esto no es apología religiosa, ni mucho menos. Yo lo llamaría, simplemente: SENTIDO COMÚN.
Sabemos que Juzgar siempre será inmoral, no es ético ni correcto juzgar a los demás. Así, de este modo, nunca debemos juzgar a nadie, bajo ningún concepto. La persona que Juzga a los demás, me atrevería a decir, que es por falta de Conocimiento Espiritual. Una persona trabajada en su Interior, tanto en sus emociones (su Centro Emocional) como en su propia mente o psique, ésta, nunca Juzgará, pues no emite juicios de valor, simplemente, ¡Observa! Es un observador neutral, no toma partido, solo analiza las situaciones. Aprendiendo y creciendo a través de éstas. La persona que cultiva su propio Despertar, inspeccionando y analizando su Interior, indagando también en su SER Interno, utilizando los Estados Mentales Alterados de Consciencia para desdoblarse (en forma ASTRAL), una persona que se guía en su vida por las Energías de Altas Frecuencias (amor, gratitud, aceptación, comprensión, benevolencia, altruismo, generosidad etc etc), será una persona que rechazará por completo el estereotipo adoctrinado por la sociedad (por el Sistema de Control) de Juzgar y valorar a las personas por aquello que poseen y su posición social. «Tanto tienes tanto vales». Nunca una mentira hizo tanto daño.
El CLASISMO, para mí, es de las peores lacras que tiene el ser humano. Nunca debemos creernos mejores que nadie. Es, precisamente, el ego consumista y materialista, lo que nos empuja a la selva. Selva hecha de cemento, hierro y asfalto, dónde lo único importante es amasar más y más riqueza (material) y, poder, así, aparentar delante de los demás. Alardeando de tus posesiones bonitas, tus logros o de tu posición social. Nos han convertido en seres presuntuosos, además de narcisistas (en mayor o menor grado), ególatras, y, guiados por la insaciable e inagotable codicia, acompañada, ésta, de una avaricia que no tiene fin ni límites. Han convertido al ser humano en un SER o ENTE CONSUMISTA, CODICIOSO HASTA LA SACIEDAD, qué se preocupa más por los resultados deportivos de su equipo, o por los zapatos nuevos a juego con mi vestido de noche, o, simplemente, éste, le da más importancia al DINERO que a las cosas con un verdadero valor real (y, no es el económico). Cosas como la HONESTIDAD, la BONDAD, la COMPRENSIÓN, la HONRADEZ, la BENEVOLENCIA con los demás, el RESPETO unánime, e incondicional, bajo cualquier situación o pretexto. Estas facetas nobles y tan loables del ser humano, nunca podrán ser compradas ni pagadas con el dinero. Los VALORES HUMANOS se trasmiten, se cultivan, se aprenden. Se desarrollan en el corazón de las personas. Jamás podrán ser comprados, ni pagados de ninguna forma o manera. Las cosas más importantes en esta vida están exentas de precio o de valor económico. Nunca podrás comprar cosas como la AMISTAD, la LEALTAD VERDADERA, ni siquiera el RESPETO. Esas cosas hay que ganárselas con el tiempo. Nunca con el Dinero.
Intentar, cada día nuevo, ser más JUSTOS, más BENEVOLENTES, y COMPRENSIVOS con los demás, nos convierte en mejores personas. Expresarse a través de la BONDAD Y la EMPATÍA nos hace más humanos. ÁMATE A TU PERSONA Y, ESO ABRIRÁ UN ESPACIO EN TU CORAZÓN PARA AMAR TAMBIÉN A LOS DEMÁS.
ES LA COMPRENSIÓN, EL RESPETO Y LA GENEROSIDAD LA BASE PARA UNA CORRECTA Y FRUCTIFERA CONVIVENCIA. Y, LO MÁS IMPORTANTE, SOBRE TODO, NUNCA CREERSE MEJOR QUE NADIE. RESPETA Y SERÁS RESPETADO. ES EL MAYOR CONSEJO QUE PUEDO DARTE, AMIG@. SÉ, SIEMPRE FIEL A TU PROPIA PERSONA. NUNCA HAGAS NADA QUE CONTRADIGA TU FORMA DE SER. RESPÉTATE EN TODO MOMENTO, BAJO CUALQUIER PRETEXTO. CUANDO UNO SE RESPETA A SÍ MISMO, LOS DEMÁS, TAMBIÉN TE RESPETAN.
EL CAMINO HACIA EL DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA.
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